Se le rompió el tiempo a Montserrat Soto
Soy libre pero nadie me da la bienvenida
Eso reza un grafiti en una de las imagenes de Montserrat Soto
El nivel de permeabilidad hacia una obra cuando visitamos
una muestra siempre pasa por el filtro de nuestro estado de ánimo. Ayer después
de desligarme de mis obligaciones no me encontraba yo, por circunstancias, rodeado de una corte de querubines tañendo amorosamente sus arpas. Por eso,
poroso y receptivo después de estar un rato leyendo a los pies del rey Altaulfo en la Plaza de Oriente decidí visitar la exposición Tiempo Roto de Montserrat Soto en la galería de Juana de Aizpuru. No me sentía valiente para la aventura
y visitar a Juana siempre me ha parecido una apuesta sobre seguro, que son las
únicas apuestas que ya hago en esta vida, solo me arriesgo cuando sé que voy a
ganar. Me dirigí a paso lento y
desgarbado, como si fuera Fantine cantando aquello de I dreamed a dream… y no
sé donde acababa mi sensación de decepción real y donde empezada mi apostura
exagerada de personaje perdedor y derrumbado…
Invasión Sucesión. Montserrat Soto (Juana de Aizpuru) |
Me llamaba la curiosidad esta exposición, la nota de prensa
advierte que es una selección de obra de la serie DOOM CITY Invasión Sucesión,
en la que desde 2005 la artista explora las relaciones de los espacios con la
superpoblación y la despoblación. Y claro, yo que soy mal pensado desde
siempre, pienso en un remedo de collage que fuera del contexto de la serie
completa va a quedar como un emplaste, incomunicado y ligero de contenido más
allá de la estética de la imagen. Pero, como cada vez que me equivoco, envaino
mis palabras y pido disculpas. Tiempo Roto es una sucesión de imágenes ásperas
que hablan más allá de su contexto, muchas con texto o grafitis y otras con su
simple atmosfera. Se muestran desnudas detrás
de la superposición de unas barras antipánico y el reflejo especular del cartel
“Non an emergency exit”. El montaje de la exposición se articula mediante una línea
negra al pie de las paredes que se despliega, dando sensación tridimensional a las aberturas
de las imágenes… Así, aunque parezca que estamos dentro y se abren puertas
hacia el exterior, viendo las imágenes nos damos cuenta de que no. Nosotros
estamos fuera. Las puertas advierten a los habitantes de las imágenes ya
deshabitadas que esa salida no sirve para emergencias. Not an emergency exit.
Tiempo Roto se constituye como una colección uniforme. Un
discurso cerrado que aun que forme parte de una serie mayor no siente el dolor
de la separación. Quizá mi estado esponjoso interfiriese en mi asimilación de
la obra, si es así: Me alegro. Hubo un momento de mi visita en la que estaba
solo en la galería y solo escuchaba mis pasos, el clá-clá de las teclas de mi
móvil mientras tomaba notas y la egregia voz de Juana de Aizpuru dictando una
carta a su ayudante en su despacho, la luz entraba por las ventanas abiertas a
la calle Barquillo. Y yo me sentí feliz, creyendo por un momento que era uno de
los habitantes de los paisajes de Montserrat Soto que por un momento en el que
nadie miraba me colé por una de esas puertas para verlo todo desde fuera.
Galería Juana de Aizpuru. Hasta el 7 de marzo de 2013