Vamos por partes

martes, 5 de febrero de 2013

Tengo una prima a la que le gusta hacer fotos. Dinero público y falta de miras


La fotografía rural de Luisa Rubines en la Casa de Galicia


La segunda pregunta que me hacen al hablar del tema es ¿En la Casa de Galicia se hacen exposiciones? La primera siempre es ¿Hay una Casa de Galicia en Madrid? Sí, y mantenida económicamente por la Xunta de Galicia, pero de eso ya hablaré.

La Casa de Galicia en Madrid cuenta con unas instalaciones más que dignas en pleno centro de Madrid. Tres salas de exposiciones y un salón de actos cuyo único cometido, su página web lo dice, es la difusión de la cultura gallega… Pues bien, es llegado a este punto donde empiezo a pensar en lo pobre y equivocado que está el proyecto de gestión cultural del centro, eso siendo bien pensado. Siendo sincero dudo que exista ningún proyecto de gestión cultural para tan magno cometido al que viene siendo llamada. Y digo esto después de haber visto las exposiciones que han programado durante el último año. Tienen la sincera y contumaz vocación de ser como la casa de cultura de algún pequeño pueblo donde expone la prima de algún funcionario o esa vecina que una vez se fue y al retornar vino con aires de modernidad y alguna idea frágil de cómo hacer algo. Echo de menos en este sólido entramado de mediocridad la habitual explosión de tapetes de ganchillo y labores del hogar varias con las que se suelen complementar las exposiciones de oleos naif y neoimpresionistas realizadas en el taller de pintura de la asociación de vecinos del barrio. Amiguismo, interés y falta de miras que nos muestran autores de amplio recorrido pero de éxito limitado, y no seré yo el que diga que por falta de talento, que supongo que no, sino por no encontrar correcta salida a sus aspiraciones artísticas. Yo sé que valéis queridos autores, pero como decía Picasso “la inspiración se encuentra trabajando”, no por oler a aceite de linaza y tener las uñas sucias de oleo eres pintor… así como no eres fotógrafo por fotografiar cafés, ceniceros llenos de colillas o ramas de árboles, por mucho que te lances animosamente a un movimiento de postmodernidad nihilista.

Luisa Rubines (Casa de Galicia)

Luisa Rubines (Casa de Galicia)


Y ramas de árboles, también troncos, raíces y tocones, se desnudan sin alma, que es el más triste de los desnudos, en “Los árboles del buen camino” la última serie fotográfica de Luisa Rubines, una empresaria de formación fotográfica en Londres, que se ha quedado encallada en el bucle sin fin del Camino de Santiago y afines. Buenos encuadres con calidad técnica, pero con luz poco estudiada, frialdad, sin poesía, como si la sola imagen de la corteza nos fuera a hacer enloquecer. Arte de tienda de muebles, para decorar un bonito comedor con un toque rústico. La nota de prensa de la Casa de Galicia es esclarecedora. Un par de exposiciones colectivas en Londres y una exposición sobre el citado Camino en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago. A esto se le añade que nombran un par de veces la empresa de promoción turística de la autora. Bingo. En Galicia todavía hace falta tener padrino para ser bautizado.

Luisa Rubines (Casa de Galicia)

¿Esta es la realidad artística gallega? Como gallego que ha trabajado en la gestión cultural en Galicia durante más de 10 años puedo decir que no. La cantidad de creadores que tiene Galicia hoy en día es enorme y, por lo que demuestran, inabarcable para la Casa de Galicia. Mientras, los gallegos, seguiremos sufragando los gastos de un palacete en el centro de Madrid.

Casa de Galicia. Hasta 1 de Marzo de 2013